Las patronales extremeña y madrileña rechazan el cierre

De este modo, los empresarios madrileños y extremeños destacaron tres aspectos que serían consecuencia directa del cierre de Almaraz, como el riesgo para garantizar el suministro en periodos de alta demanda y baja producción de energía renovable, o el incremento directo sobre el precio de la electricidad, que supondría un aumento del 23% en la factura eléctrica de los hogares y pymes, con un coste de 22.500 millones de euros y de hasta un 35% en el caso de la industria.

Asimismo, plantearon el aumento de emisiones de dióxido de carbono, ya que la eliminación del parque nuclear supondría la emisión de 21 millones de toneladas adicionales cada año, lo que equivale a un incremento del 73% en las emisiones del sistema de generación eléctrico.

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Asimismo, destacan que la generación nuclear ha visto cómo las cargas fiscales se han incrementado un 400% entre 2008 y 2019 (fecha en que se estableció el calendario previsto de cierre), y otro 50 % adicional desde entonces. Apuntaron que este «incremento desmesurado» de la carga fiscal, pone «en riesgo» la viabilidad económica de las centrales, por lo que entienden que es preciso revisarla, tanto la componente estatal como la autonómica.