La denominación de origen puede certificar tres variedades más

Conviene recordar que existen dos grandes grupos en esta fruta, las picotas y las cerezas. Todas las picotas son cerezas, pero no el revés. La principal diferencia entre ambos grupos radica en que las picotas pierden el pedúnculo (el rabito de la fruta) de forma natural durante la recogida. Aunque en los mercados se pueden encontrar cerezas desrabadas, que se hacen pasar por picotas de gran tamaño. Esta es una de las causas que han llevado a la DOP a optar por abrir el abanico de sus certificaciones. «Las burlat, van y lapins deberán llevar pedúnculo para poder ser certificadas», explica Tierno.

Según informa el consejo regulador de 'Cereza del Jerte' la certificación de las variedades van, lapins y burlat se unen a la navalinda tras lograr anteriormente la modificación de su pliego de condiciones.

El presidente del consejo regulador, José Antonio Tierno, señala con esta modificación se aumenta la posibilidad de cerezas extremeñas bajo el sello de la máxima calidad.

Concreta que la denominación de origen protegida va a poder contar con unos 6,5 millones de kilos más de cereza respecto al año anterior, en una campaña que, anticipa, espera alcanzar los siete millones de kilos de cereza certificada y unos tres millones de picota.

La del pasado, también para la denominación de origen fue mala debido a las inclemencias meteorológicas. Hubo enormes pérdidas y por este motivo solo se pudieron certificar apenas 1,1 millones de kilos de cereza.

«La lapins es la que más se produce, no solo en el Jerte, también en todo el mundo, con lo que podemos estar hablando de entre diez y catorce millones de kilos más», explica Tierno.

Según explica la denominación de origen, la única de cereza existente en la región, las primeras cerezas certificadas pertenecen a la variedad burlat, la más temprana del Valle del Jerte. Con un calibre de entre 22 y 28 milímetros, su producción se extenderá hasta finales de mayo o principios de junio.

Tras ella, la próxima variedad en certificar será la navalinda, seguida de van, las picotas, y, por último, la variedad de cereza lapins, «la más tardía y numerosa», que se produce hasta principios de agosto y supone un 30 o 40% del total de la producción, informan desde el órgano de la denominación de origen.

La introducción de las nuevas variedades va a posibilitar tener producto certificado en el mercado durante toda la campaña de recolección del Valle del Jerte, destaca José Antonio Tierno. Una campaña que desde la denominación se afronta con «gran ilusión y alegría», expresa el presidente del Consejo Regulador.