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Talento Joven Fundación BBVA Jone López de Gamiz: «Una buena demostración matemática es una obra de arte. La disfruto como quien ve una pintura en el Museo del Prado»

Las trenzas, además de ser una forma de peinarse, esconden problemas matemáticos muy complejos. Jone López de Gamiz descifra los secretos de los grupos de Artin, unas trenzas diseñadas hace un siglo, que siguen sorprendiendo con avances en álgebra, geometría, lógica... Su trabajo le ha valido el Premio Vicent Caselles 2024 de la Fundación BBVA y la Real Sociedad Matemática Española.

Fundación BBVA.

Viernes, 06 de Junio 2025, 09:30h

Tiempo de lectura: 2 min

Para mí, las matemáticas son arte. Considero que una buena demostración es una obra maestra y la disfruto como un aficionado a la pintura que va al Museo del Prado», afirma Jone López de Gamiz Zearra (Guernica, 1995), galardonada con el Premio de Investigación Vicent Caselles 2024 de la Fundación BBVA y la Real Sociedad Matemática Española (RSME). «Cuando leo las demostraciones de algunos matemá-ticos brillantes, me quedo asombrada: ¿cómo puede un ser humano hilar con tanta finura la lógica para llegar a una conclusión que es irrefutable?», se pregunta.

«Una de las cosas que más aprecio de las matemáticas es su robustez. Si las haces bien, sabes si algo es verdad o es mentira. En este mundo donde las certezas se cuestionan cada vez más, poder agarrarte a un axioma que nadie puede tumbar tiene un valor precioso», comenta López de Gamiz, que se ha incorporado a la Universidad del País Vasco (UPV) en Bilbao, procedente de Vanderbilt (Estados Unidos).

«Alguien de la talla de Peter Scholze, ganador de la Medalla Fields (el equivalente al Nobel de Matemáticas), no podría ser catedrático en España por la burocracia. Eso me parece muy fuerte»

«Doy clases, pero sigo investigando. Nunca he dejado de investigar y mi ámbito, desde el doctorado, es la teoría de grupos. Concretamente, los grupos de Artin, una clase de trenzas (introducidas por Emil Artin en 1925) que empiezan con propiedades muy básicas y se van complicando. Los matemáticos las estudian desde hace un siglo. Tienen aplicaciones en criptografía, pero no me interesan. Lo que me gusta es explorar el lado más abstracto. Me mueve la curiosidad». Como ejemplo: «Mi hermana también es matemática, pero diseña modelos aplicados al mundo real, y es como si hablásemos lenguajes diferentes».

«Mis herramientas son un cuaderno y un boli de esos que puedes borrar. Colaboro en remoto con grupos de España, Inglaterra, Estados Unidos, la India… Durante mi estancia en Cambridge coincidí con Stephen Hawking, que era reverenciado».

La investigadora señala que «muchos compañeros que salieron de Cambridge prefirieron irse a Google o a la City a ganar 200.000 euros», pero ella escogió quedarse en la academia, aunque confiesa que a veces es frustrante. «Por ejemplo, alguien de la talla de Peter Scholze, ganador de la Medalla Fields (el equivalente al Nobel de Matemáticas), no podría ser catedrático en España por la burocracia. Eso me parece muy fuerte».


Las claves de mi investigación


1

«Un grupo matemático es un conjunto de propiedades abstractas que pensarías que solo existen en teoría. Lo sorprendente es que aparecen en muchas situaciones del mundo real».

2

«Los grupos de Artin estudian cómo entrelazar hebras. Empiezan con reglas sencillas que se van complicando, igual que un peinado puede ser muy elaborado».

3

«Un ejemplo para entenderlo son los movimientos del cubo de Rubik, que forman otro grupo. Cuando giras sus caras, aplicas las reglas que los matemáticos estudiamos de forma abstracta».

4

«Si comprendemos muy bien estas reglas, se pueden crear algoritmos que resuelven el cubo y otros muchos problemas de manera automática. Ya hay aplicaciones en ciberseguridad».