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María había intentado dejar a Javier en más de una ocasión, pero nunca lo hizo de manera definitiva. Siempre volvía con él. Este martes murió ... . Supuestamente Javier la apuñaló primero y después la tiró por el balcón de la vivienda en la que la pareja convivía con su hijo en común, un adolescente de 14 años, en Aldeanueva del Camino, en el Valle del Ambroz.
Ocurrió poco antes de las 8.30 horas de la mañana, después de que Javier Gil, de 39 años, regresara a casa tras dejar a su hijo en la parada en la que cada día, poco después de las 8, cogía el autobús para acudir a clase al Instituto Valle del Ambroz, en Hervás.
Este martes por la mañana Javier inició el día de la misma manera. Sin embargo, cuando regresó a casa y por motivos que todavía se desconocen, acabó presuntamente con la vida de su pareja, María Varela, de 38 años, y después trató él de suicidarse autolesionándose.
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Dos peregrinos que a esa hora pasaban en bicicleta por la travesía de la N-630, donde se encuentra la casa de Javier y María, al final del municipio en dirección a Plasencia, fueron los que dieron la voz de alarma. «Vieron al médico del pueblo, porque iba con el chaleco naranja, y le dieron el aviso; éste se acercó a la vivienda, vio los cuerpos, los dos estaban en el patio y llamó al 112», relatan fuentes cercanas a la familia de la víctima.
En el pequeño patio de acceso a la entrada principal de la vivienda, la que da a la carretera, estaba el cuerpo sin vida ya de María; también el de Javier, herido, porque el hombre trató supuestamente de suicidarse tras apuñalar a su pareja. Se clavó la navaja en el abdomen y se tiró por el balcón de la primera planta al patio, a una altura de algo menos de cuatro metros.
Los sanitarios que acudieron a la vivienda certificaron la muerte de María y atendieron en el mismo escenario a Javier, que fue trasladado en helicóptero hasta el Hospital Virgen del Puerto de Plasencia. El presunto homicida fue intervenido de la herida abdominal que presentaba y su pronóstico es reservado, según confirmó el Servicio Extremeño de Salud a HOY.
Tres horas después de que el 112 diera aviso a la Guardia Civil de lo sucedido en Aldeanueva del Camino, tuvo lugar el levantamiento del cadáver de la mujer y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Cáceres para que se le practicara la correspondiente autopsia.
Comenzaba al mismo tiempo la inspección ocular y la recogida de pruebas tanto en el patio como en el interior de la vivienda por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Guardia Civil.
Mientras, más de una veintena de agentes acordonaban los alrededores de la casa para salvaguardar la investigación tratada como un caso de violencia de género; acompañar a los familiares de la pareja que se acercaban a la vivienda para conocer lo ocurrido; y garantizar la seguridad en una población de poco más de 700 habitantes, a 28 kilómetros de Plasencia, en la que la conmoción iba a más a medida que se extendía el conocimiento de la tragedia.
«Nunca antes hemos vivido algo similar en Aldeanueva del Camino», reconocía el alcalde, Ricardo García, quien también desde primera hora se trasladó a la casa de Javier y María para ponerse a disposición de la Guardia Civil y ayudar a los familiares. «Estamos todos conmocionados, no podíamos imaginar que algo así podía ocurrir y no sabemos qué ha podido pasar».
Pero en el pueblo no todos desconocían los problemas que tenía la pareja. «No ha habido maltrato físico, pero sí psicológico desde hace tiempo», aseguraba un familiar de la víctima. Tanto es así que los más cercanos a María estaban tratando de que rompiera con una relación que perjudicaba a la mujer. «Pero estaba anulada, es lo que ocurre con las víctimas, y seguía y volvía con él». Aun así, «no esperábamos este fatal desenlace», reconocen.
En el pueblo hay quienes aseguran que eran una pareja normal, «no se veía nada raro, nada que pudiera hacer ver desde luego que algo como lo que ha ocurrido pudiera pasar», dice una vecina que como el resto prefieren no dar su nombre. Otros, sin embargo, aseguran que «ella era guapa y él era celoso», y la mayoría coinciden en que no era habitual verles mucho por el pueblo ni acompañados por nadie más.
«Salían poco por el pueblo y se relacionaban menos, quizás de vez en cuando con la familia de uno y otro, pero en contadas ocasiones», cuentan algunos de los que este martes se sumaron al minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento para mostrar su apoyo a la familia de María y expresar su repulsa por un nuevo caso de violencia de género.
«A veces se les veía con el hermano de él, pero sobre todo iban con frecuencia a Abadía, que está aquí al lado, porque allí vivía la hermana de ella, que era con la que más relación tenía María».
El hijo de la pareja tomó el autobús como cada mañana y estaba en clase en el instituto de Hervás, en el que su madre también estudió en su momento, cuando ocurrieron los hechos. Allí fueron a buscarle para contarle lo ocurrido y darle apoyo psicológico desde el primer momento. Son los padres de María, los abuelos maternos, los que cuidan del joven y la Junta, como ha declarado la secretaria general de Igualdad y Conciliación, Ara Sánchez, ha puesto su red de recursos a disposición de la familia y amigos de la víctima.
La responsable regional de Igualdad manifestó su absoluto rechazo, «con la mayor contundencia posible», al crimen machista y expresó sus condolencias «de corazón» a la familia de la víctima y al pueblo de Aldeanueva del Camino; de la misma manera que la presidenta extremeña, María Guardiola, participó en Mérida en otro minuto de silencio convocado a las puertas de Presidencia.
En la localidad del Valle del Ambroz lo hizo el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, que acompañó al alcalde y a los vecinos de Aldeanueva. Allí aclaró que en este caso de violencia de género no había denuncias previas y la víctima no estaba integrada en el sistema de seguimiento de violencia de género, el denominado VioGén. «Animo a denunciar y no solo a las mujeres, sino a su entorno, pues a veces la mujer se ve coaccionada. De hecho, son ya muchos casos que se denuncian por parte de familiares y amigos», indicó Quintana. «Donde no hay denuncia difícilmente podemos actuar», agregó.
Al igual que el alcalde de Aldeanueva del Camino, reclamó respeto para la familia. «Tenemos que ser capaces de respetar en las redes sociales, que no se ponga nada que pueda hacer daño. Hay un menor de 14 años que está siendo atendido psicológicamente», recordó Quintana tras los aplausos con los que se cerró el minuto de silencio en memoria de María Varela que agradeció su familia.
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