Llerenense y Badajoz buscan el billete a Asturias

El Badajoz llega a la emboscada del Fernando Robina con la ventaja del 1-0 de la ida en el Nuevo Vivero, aunque a los de Juan García les valdría con ganar. Los locales están obligados a tener que ir a por la victoria y los de la capital saben que si dejan su portería a cero se subirán al tren con destino Asturias. También les serviría un empate en este partido de vuelta. Pero el técnico blanquinegro descarta de partida jugar con ese marcador favorable. «La mentalidad es de 0-0. Es un partido que salimos a ganar desde el principio, que no especulamos con el resultado porque no nos valdría nada», avisa David González. En el Nuevo Vivero la confianza es máxima en sacar adelante la eliminatoria. «Estamos muy tranquilos. En ningún momento veo al equipo nervioso o con la sensación de miedo», reconoce el preparador navarro.

El Llerenense también está seguro de poder pasar a la final nacional. El buen partido realizado en el Nuevo Vivero, a pesar de perder, le dejó «muy buenas sensaciones y estamos preparados para competir ahora en casa y buscar la remontada. Es como si estuviéramos en el descanso de esta eliminatoria y hay tiempo suficiente para dar la vuelta al marcador», asegura Juan García. El míster de los de la Campiña Sur reconoce que «el Badajoz es otro al de la liga, con el entrenador nuevo y la experiencia y calidad de los jugadores, tienen otro enfoque. Cuando llegan este tipo de partidos, con mucho en juego, esos jugadores dan un paso hacia delante. Pero nosotros tenemos capacidad para ganarlo. Estamos mentalizados y convencidos de ello. Hay que estar muy concentrados durante todo el partido».

David González, que solo tiene la baja de Jorge Pérez por lesión, advierte de la peligrosidad de su rival. «Espero al Llerenense de siempre. Un equipo que va a salir a por nosotros desde el minuto cero, que nos va a presionar, que va a tratar de dominar en el juego, que nos va a tratar de someter, de cerrar nuestro campo, de generar superioridades para armarse por fuera, de sacar los máximos centros laterales...». Y no oculta su preocupación por las trampas que encierra el Fernando Robina. «Es un campo complicado, igual que otros. Eso va a ser así si queremos ascender. Tenemos que ganar en este tipo de campos». Un escenario en el que considera el papel determinante que va a jugar la estrategia. «El balón parado va a tener una gran importancia», sostiene.

El técnico del Llerenense reitera el optimismo porque «percibo buenas vibraciones, hay muchas ganas de domingo, de partido, de remontada… Creemos en nuestro trabajo de todo el año y con el apoyo de nuestra afición y en nuestro campo, podemos conseguirlo. Debemos sentir que nuestros aficionados nos empujan hacia el objetivo», subraya García.

Por su parte, David González también se muestra convencido en el buen momento de su equipo. «Los chicos tienen un nivel de confianza brutal. La ilusión, la motivación les hace no tener miedo a nada. Y eso nos hace estar tranquilos».

La ilusión es la palabra que más se escucha estos días por el Nuevo Vivero. La llegada de David González ha devuelto ese entusiasmo que siempre ha caracterizado a su afición y se ha recuperado esa sintonía de la grada con el equipo. El sentimiento blanquinegro ha brotado de nuevo y ahora vuelve a creer. «El inicio fue turbulento por decirlo de alguna manera. Pero creo que entre todos hemos conseguido que la gente esté ilusionada. También los jugadores, que se están dejando la vida por conseguir el objetivo por el camino más largo, más complicado».

Este último encuentro del playoff regional lo dirigirá López Jiménez, de 28 años. Adscrito a la delegación de Navalmoral, este árbitro de Candeleda (Ávila) pitó 13 partidos ligueros, con 8 victorias locales, 2 visitantes y 3 empates. Al Llerenense le dirigió en su derrota en campo del Extremadura (3-0) y en la victoria en Montijo (0-2), mientras que al Badajoz lo hizo en el empate casero con el Montijo (1-1) y en el foráneo con el Calamonte (1-1).

En el choque entre ambos equipos en el Robina en febrero, los de la Campiña vencieron con un solitario tanto de Álvaro Cordero, que les sirvió, curiosamente, para adelantar al Badajoz por un punto y ocupar el cuarto puesto, como al final acabaron posicionados los dos equipos para afrontar esta promoción.